Ayer tarde pudimos asistir al Vinyl market organizado por la gente de Apolo en su restaurante Apolo diner.


Una buena apuesta donde combinar buena música, compra de vinilos y algo para comer. La lástima era que el reducido espacio del local no hace que se pueda poner muchos stands.



Los visitantes pudieron combinar el tomar algun cocktail o bebida con echar un vistazo a los vinilos de los diferentes estilos musicales. El género era de soul, folk y disco. No es mi estilo para nada pero los melómanos pudieron degustar y rebuscar sus singles de sus artistas favoritos.


Una alternativa más para que el vinilo no muera nunca. Bien por el Vinyl Market, bien por Apolo.