Barcelona, la noche empezaba fría. La Sala Apolo de Barcelona ofrecía un ambiente a medio gas, con aspiraciones a que la sala se llenara lo justó para que no pareciera que estaba vacía, pero sin pasarse.

La gente iba viniendo y los de "atrezzo" y montaje de la sala me sorprendieron por la peculiaridad de dejar una botella de agua "de las caras" o tal vez vodka, en los pies del teclado. "Lujos caros para este grupo", pensé. Bromas a parte, la velada y la espera eran notoriamente amenizadas por las cálidas melodías de las mezclas de DJ Coco, residente dela Sala y co-director del Primeravera Sound, casi ná!

Un poco pasadas las 21.30h, comenzaba el concierto y un silencio extremadamente excesivo copaba la sala. Al fin George Lewis y los suyos salieron al escenario con la premisa de hacernos pasar un buen rato.
Unos saludos y un poco de "parlamento" comentándonos que lo sentía por haber estado bebiendo champagne y comenzó el show.


La primera canción en sonar tras un melódico piano fue "Golden Lights"  la canción que abre su último trabajo de Twin Shadow Confess. Era el momento de maldecirme por no traer mis valorados tapones y tener que soportar un extra de decibelios, regalo de la casa de la mala acústica y reverberación del Apolo.

Mención especial para el outfit del bajista con su colgante, su camisa y aplausos para las trenzas y vestido de leopardo de la teclista.

Modelitos aparte, el ambiente de la sala iba en aumento y se entraba en calor.

Siguieron un par de canciones más entre ellas  "You Call Me On" donde el new wave y el estilo "ochentero" se dejaban notar por toda la sala. La guitarra de George, describía en acordes lo que el cantante decía con palabras y menuda voz que se gasta el vocalista de Twin Shadow. Chapó por él,  su voz te transforma como si de un diseñador de paisajes eclépticos se tratara.


Una versión acústica y melódica de "The One" hizo vibrar a la sala y demostró que el cantante no sólo se parece a Lenny Kravitz físicamente si no que le ha invadido el espíritu de Barry White pero en hipster. Menudo Vozarrón y épico final con rasgueo de guitarra incluido.

Y llegó pronto, la canción por la que todos habían venido a verles. "Five Seconds", himno hipster del momento sonaba correcto y sin nada más que explicar, salvo que me sorprendió que lo tocaran tan rapido. Internamente pensé: "Ya se acaba?" y la verdad que no me equivocaba a partir de este tema, todo fue justeando mucho.

La gente estaba muy metida en el sonido 80's que tan poco le gusta que le comparen a George Lewis, pero es así. Suenan a BSO de Dirty Dancing alguien lo tenia que decir, y aunque me siguen gustando...en directo son muy flojillos.


A partir de aquí la muestra de temas de su nuevo álbum se mezclaban con los de su primer trabajo, A destacar sonaron "Run My Heart" con un gran "solo" de guitarra muy logrado, "Be Mine Tonight" o 

Algun comentario desafortunado incitando a aplaudir como los españoles flamencos a parte del cantante, el resto del concierto fue más de lo mismo. 

A excepción de un tema llamado "At My Heels" de su primer álbum "Forget" que sonó muy movida y alegre en directo, la debacle estaba cerca pero no por pésimo concierto, si no por flojedad de contenidos.

Para su recta final ofrecieron varios temas muy instrumentales e incluso alguno bastante oscurillo que hicieron decantarme claramente por empezar a desfilar.


Al final fueron 13 canciones de manual, con varias cosas a destacar. Primero la gran voz del cantante de Twin Shadow eso no se lo discute nadie y una de las cosas muy positivas del concierto. Segunda, lo lineal de sus temas, pasas de Five Seconds y un par más y es todo igual. Tercero y último, el poco movimiento musical que le dan, en directo suenan bien y correcto pero poco más no dan juego a sus grandes temas.

En fin, un concierto muy standard pero una oportunidad de descubrir en directo a este grupo estadounidense que lo está petando actualmente aunque en directo se desinflen.