Se han acabado las ideas? Llevo tiempo observando que hay una gran oleada de grupos, cantantes y bandas que con poca experiencia musical se lanzan a un estilo que bebe de los grandes estilos como el soul, rythm & blues, motown, psicodelia o el rock clásico de los 70.






Hasta aquí podría parecer preocupante, pero a quién le amarga un dulce?

Yo no soy un nutrido estadista para evaluar si el indie en toda su "amplitud" está acabado, ni un metódico sibarita musical (bueno, sólo un poco), para decidir que es lo que se va a llevar musicalmente hablando.

Lo que está claro, es que hay una nueva ola de cantantes que se inclinan por los géneros clásicos para demostrar que la música da igual de qué año venga, si es buena, suena atemporal.

Os pondré algunos ejemplos: Hace unos años llegó a mis oídos Temples, una banda británica que hace una psicodelia divina, suenan actuales y es el grupo de referencia de Dandy del Extrarradio hasta la fecha.




Pues bien, estos chicos podrían haber nacido en los años 60 y decirnos que son los Byrds pasados de ácido y no pasaría nada. Pero tienen algo que les hace actuales. Tocan antiguo, suena a antiguo, pero no es antiguo, es muy actual.  En eso reside la magia de la nueva ola.


Este año he tenido dos casos más para poder analizar. El primero es Leon Bridges.

En EEUU se está gestando algo. No sé  el qué, pero está saliendo música cultivada desde las mismas entrañas de alguna explotación de algodón. Leon Bridges viene de la vieja escuela del gospel y el soul y este crack de Atlanta si que es nu-soul, y nu-motown.



Escuchar su álbum editado en 2015 es una inyección de tranquilidad, una nueva tranquilidad, una cura musical.



Si bien cierras los ojos y puedes escuchar y ver a Sam Cooke, no lo es, es actual.

El segundo caso ha sido con Curtis Harding. A este crack de Michigan he tenido la posibilidad de verle en directo (podéis leer la crónica aquí) y no me ha decepcionado.


Un groove, una fuerza y un aurea de tenerlo todo bajo control, que le dan la confianza para marcar un nu-rythm&blues, un nu-soul que no deja indiferente a nadie.



Cierras los ojos y escuchas a Charles Bradley o Lee Fields, pero los abres y ves a un tío tatuado, de lo más actual con sus gafas y su guitarra y piensas: "Joder, estoy en un festival de música indie! Algo está cambiando!"

Pues sí, algo está cambiando. Hay una nueva ola. A esto se podrían sumar muchos otros nombres que conozco como Nick Waterhouse, Liam Bailey o Mathew E. White y otros muchos que vendrán...


Larga vida al Nu-"lo que sea"