Hay conciertos que se programan a horas que no apetecen a nadie y un concierto en Domingo a las 21.30h de la noche, no ayuda a nadie.

Pero después hay cosas que te merecen la pena y el concierto de The Drums, aunque con una sala2 que no me gusta demasiado por su sonoridad y ubicación, mereció la pena.

Foto: Libertad G. Diaz
El grupo de Brooklyn salió entre neblinas para empezar con su extraña mezcla de pop mélodico, lo-fi y pop garagero-surfero. Empezaron suaves, con dos canciones de su nuevo trabajo Encyclopedia (2014, Minor Records) como "Bell Laboratories" o "Best Friend".

Foto: Libertad G. Diaz

Siguieron entregándose al público como si fueran "Los Pecos de NYC" con el cantante Jonny Pierce y sus sugerentes bailes de loca a lo mini Ian Curtis. Siguieron entrando en calor de menos a más con temas como "Me and The Moon", "I Hope Time Doesn't Change Him" o "How It Ended".


Foto: Libertad G. Diaz
No cabe decir que el concierto fue más intimo de lo que nos tiene acostumbrado The Drums, que aunque ha pasado de cuatro componentes a dos, no dejan de sorprender y de llenar el escenario.

Foto: Libertad G. Diaz
Se fueron con un bis y volvieron con temazos muy esperados por todos. Los clásicos "Forever And Ever Amon" y la aclamadísima y que les dió a conocer "Let's Go Surfing" hicieron reaccionar al público y una "Down by The Water" como despedida final, marcó una jornada de domingo que empezó sin ganas pero acabó saciada.