Ayer pude asistir a una de las citas marcadas en rojo en el calendario de conciertos. Jack White aterrizaba en la ciudad condal!.
El cambio de sala del Palau Sant Jordi al Razzmatazz debido a la baja asistencia hizo que que la Sala Razzmatazz estuviera a reventar. Quizás el Sant Jordi se hubiera quedado demasiado grande. Se ve que últimamente sólo llenan estadios Shakira's y Justin Bieber's. En fin, la nueva ubicación de la sala nos ofrecia algo que no tendriamos en otros estadios, un acercamiento brutal al artista.
Llegamos a la Sala, previas cervezas de rigor y la compra de algún que otro merchandising. Las teloneras Peggy Sue, nos deleitaron con sus pop-rock depresivo del bajo Tenesse que taanto nos gusta (risas).
Bromas a parte, las grandes voces de las cantantes y guitarristas junto a la bateria, nos hicieron la espera más corta para el concierto que llegaba. Si hubiera llegado, porque una de las pocas cosas a reprochar fue los 30 minutos de espera que tuvimos que esperar a que saliera Jack White III. Los pitos y abucheos quedaron sumergidos rápidamente cuando empezaron a salir las "ninfas" de Jack. Un séquito de chicas que iban cogiendo sus posiciones a la batería, el contrabajo, el lap steel guitar, el violín, la pandereta y los pianos.
Y por fín aparece Mr Jack White, con un seguido de vítores y rápidamente nos olvidamos del tiempo de espera. Temas del nuevo disco como "Missing Pieces" o "Love Interruption" nos dan la bienvenida.
El ex-White Stripes no se olvidó de su pasado y nos complació con temazos de su etapa con Meg White, con temas como "Hotel Yorba", "We're Going to be Friends" o "My Doorbell".
Tampoco nos dejó de otorgar algunos temas de su nueva banda The Dead Weather (personalmente me encanta) como "Blue Blood Blues".
La inmensa calidad a la guitarra de Jack nos hizo estremecer y llegar al climax de lo fácil y sencillo que parece todo cuando agarra una guitarra. Pero lo mejor es que es un músico multi-instrumental, porque con el piano, parece que sea un pianista de tasca del lejano oeste yendo cada vez más rápido. Y para colmo un purista, como pudimos observar al acoplarse el sonido en el tema "I Guess I Should Go To Sleep".
Para colofón final no podía faltar su himno "Seven Nation Army" y la locura desatada de toda la sala.Para mi un gran concierto de un gran gran músico, de lo mejorcito del rock clásico y el blues actualmente.
Un gran concierto!
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