Ayer pude asistir, enmarcado en el Cruïlla de Tardor, al concierto de fin de gira del grupo granadino Lori Meyers y su gira por el sexto disco “En la espiral”.

Debe ser ya la sexta o séptima vez (ya perdí la cuenta) que puedo volver a disfrutar de sus directos. Un concierto de Lori Meyers es como estar en casa, ya sabes a lo que vas y nunca defrauda.


Desde que los conocí con su “Viaje de Estudios” en 2004, nunca me han dado menos de lo que venía a buscar. Melodías fáciles pop y estribillos pegajosos que enganchaban, con toques de psicodelia en algunas canciones.


Ayer no fue menos, exceptuando algunas canciones que para mí eran “HITAZOS” que el grueso de los asistentes ni la sabían… bendita nueva ola!


Con poquita gente y en el Poble Español, Noni y los suyos repasaron y combinaron temas de su nuevo disco, con clásicos ya del resto de discos.


Tras un inicio espacial con “Vértigo I”, cambiaron a la famosa ya “Planilandia” y engancharon a todos los asistentes. Siguieron con Evolución del último disco y PAM! “Luces de Neón” para deleite y júbilo de los asistentes.


Noni, Alejando y Alfredo, junto al resto de la banda, dejaron claro que agradecían que un viernes la gente estuviera allí escuchándoles y que el show iba para ellos.

Siguieron con “Siempre brilla el sol”, Alejandro tocó su lenta del nuevo disco y “momento remember” con “Ham’a’cuckoo" y “Viaje de Estudios”.

El júbilo y las ganas de cantar y bailar no cesaron con “Emborracharme” y “Pierdo el control”. Con “¿A-Ha han vuelto?”. volvió el recuerdo a épocas pasadas y acabó el concierto en un estado sublime, con la gente arriba del todo bailando y coreando “Mi Realidad” y “Alta Fidelidad”.

Una gran jornada de estribillos y “parapareismo” en estado puro. Lori Meyers siguen en el circulo del indie nacional y ya son unos grandes consagrados.