Ayer tuvimos la suerte de poder asistir a dos conciertos de los dos mejores grupos (a mi parecer) del actual panorama indie nacional. Los grupos fueron Egon Soda y León Benavente. Craso error pensar que Egon Soda eran los teloneros. El grupo de Rickie Falkner (Standstill) era el grupo perfecto para emocionar a los asistentes y dejarles aferrados en el suelo de la Sala Bikini de Barcelona.


Su corpulento porte, no hacía más que agrandar nuestras ganas de pasar una velada de buena música. La robustez de su voz, sólo hacía que cercionárnos de que estábamos en el momento preciso y en el lugar adecuado. Sonaron sus temas "Bienvenidas las alarmas" o "Cosas que no son como deberían ser" a modo de pequeñas historias bien contadas que se filtraban por nuestros oídos como si siempre las hubiéramos escuchado.



Unos agradecimientos sinceros de Rickie y de su banda, dieron paso a canciones de su segundo disco el cual hablamos ya hace un tiempo en Dandy como "Vals de pequeña mecánica" o "Nueva Internacional" y que acabaron de generar ese caldo de cultivo para el concierto de León Benavente.

Con los oídos entrenados y bien estimulados, aparecieron los chicos de León Benavente para helarnos la piel con su tema inicial "Década". Les teníamos muchas ganas desde que por solapaciones no pudimos verles en el Primavera Sound así que por fin comenzaba nuestro viaje por su música.



Sus temas continuaron como "Estado Provisonal", un tema fuerte de pop que engancha. Con sólo dos canciones ya teníamos la certeza que estos chicos, que se formaron medio en broma medio en serio entre músicos de Nacho Vegas y Tachenko, estaban destinados a hacerse grandes. Y lo serán.

Los sintetizadores al más puro estilo The Doors, dieron paso a la psicodelia de "Muy Fuerte" y una contundente batería. Seguíamos enganchados a su pop rápido en el tema "Las Ruinas", con coros para el público entregado y la voz de Abraham Boba tan acertada para darle valor añadido al grupo.



Con lo que llevábamos de concierto y a modo de meros espectadores ya que no les habíamos visto nunca, tenía una sonrisa de oreja a oreja. Observaba los movimientos de guitarra, la calidad y entrega del bajo. La perfección de la batería o la voz y teclados de Abraham y quedaba anonadado de la energía que transmitían sin inmutarse.

Su repertorio continuaba y temas como "Rey Ricardo", "Las Hienas" o  "Revolución" sonaban y se escapaban por los altavoces de la sala dándonos de lleno en nuestras almas.

Antes de despedirse, nos dejaron con la versión de Ilegales de "Europa ha muerto" y con su hit más mediático: Un trozo de canción como "Ánimo Valiente".



Las palmas de la gente hicieron volver a León Benavente para dejarnos con el colofón final. Una crítica de la situación actual de España en la épica "Todos contra Todos" que hizo vibrar y saltar a todos los asistentes. 
Lo siguieron con "La Palabra" psicodelia y rock and roll a modo de unos mini Backyard Babies, para acabar de derretir al público con la salida al escenario de Egon Soda y acabar tocando todos juntos su gran canción "Ser Brigada".

Después de esto los dandies sólo podemos decir:

GRACIAS LEÓN BENAVENTE!!!